
Vigilia Pascual 2025
BENDICIÓN DEL FUEGO Y PREPARACIÓN DEL CIRIO.
Hermanos, para los que puedan, se les invita a participar en la ceremonia de la Bendición del Fuego que se realizará en el exterior del templo.
Por motivos de seguridad, se les pide no ingresar con velas encendidas al templo, las que podrán ser prendidas nuevamente al finalizar la celebración en el exterior.
Buenas noches Hermanas y Hermanos:
Según una antiquísima tradición, esta es una noche de vigilia en honor del Señor, y la ceremonia que en ella se celebra para conmemorar la Noche Santa de la Resurrección del Señor. En ella, la Iglesia, velando, espera la resurrección del Señor y la celebra con gran solemnidad.
Por motivos de seguridad, se les pide no ingresar con velas encendidas al templo, las que serán prendidas al finalizar la celebración en el exterior.
En silencio y con nuestro corazón unido al de Jesús, dispongámonos a iniciar nuestra celebración.
CELEBRANTE:
Queridos hermanos: en esta noche santa en la que Nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a la vida, la Iglesia invita a todos sus hijos dispersos por el mundo a reunirse para vigilar y orar. Así, al conmemorar juntos la Pascua del Señor, escuchando su palabra y celebrando sus sacramentos, podremos esperar tener parte en su triunfo sobre la muerte y vivir con él para siempre en Dios.
BENDICION DEL FUEGO
El sacerdote bendecirá el fuego y pedirá a Dios que la luz de Cristo se encienda en nosotros. Unámonos a su oración ya que el fuego y el cirio pascual, símbolos del resucitado y de la luz que ilumina a la humanidad, nos acompañarán en esta vigilia.
Oremos.
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz, santifica este fuego nuevo y concédenos que, por esta celebración pascual, seamos de tal manera inflamados con los deseos celestiales, que podamos llegar con un corazón puro a la fiesta de la luz eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Coro:
De noche iremos, de noche,
Que para encontrar la fuente
Solo la sed nos alumbra,
Solo la sed nos alumbra
Preparación del Cirio; Sacerdote: Sobre el cirio, procede a grabar la cruz, los dígitos del año 2025 y posteriormente los 5 granos de incienso diciendo las palabras tal como indica el ritual.
CELEBRANTE: Inicia las grabaciones en el Cirio
- CRISTO AYER Y HOY (Hace un trazo vertical)
- PRINCIPIO Y FIN (hace un trazo horizontal)
- ALFA (Graba la letra A arriba)
- Y OMEGA (Graba la letra O abajo)
- A ÉL PERTENECEN EL TIEMPO (Graba el N° 2)
- Y LA ETERNIDAD (Graba el N° 0)
- A ÉL LA GLORIA Y EL PODER (Graba el N° 2)
- POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, (Graba el N° 4)
CELEBRANTE:
Coloca los granos de incienso en la Cruz de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha mientras dice:
- POR SUS LLAGAS SANTAS
- Y GLORIOSAS
- NOS PROTEJA
- Y NOS GUARDE
- JESUCRISTO, NUESTRO SEÑOR, AMEN
ENCENDIDO DEL CIRIO PASCUAL
El sacerdote encenderá del fuego nuevo el cirio pascual que presidirá todas nuestras celebraciones, e ingresará en procesión hacia el templo luego del Pregón Pascual.
CELEBRANTE:
Que la luz de Cristo gloriosamente resucitado disipe las tinieblas del corazón y del espíritu.
Guía:
En la penumbra, la Iglesia se ve iluminada por la luz que procede de Cristo resucitado representado por el cirio pascual.
La Iglesia canta y proclama hoy el Pregón Pascual, que es un mensaje de fe y gozo, ya que en él se narran las maravillas que Dios hace a su pueblo.
Escuchemos de pie el anuncio del pregón pascual.
Coro : PREGON PASCUAL
Exulten por fin los coros de los ángeles,
exulten las jerarquías del cielo,
y por la victoria de Rey tan poderoso
que las trompetas anuncien la salvación.
Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del Rey eterno,
se sienta libre de la tiniebla
que cubría el orbe entero.
Alégrese también nuestra madre la Iglesia,
revestida de luz tan brillante;
resuene este templo con las aclamaciones del pueblo.
+: El Señor esté con ustedes.
R: Y con tu espíritu.
+: Levantemos el corazón.
R: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
+: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R: Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario / aclamar con nuestras voces
y con todo el afecto del corazón
a Dios invisible, el Padre todopoderoso,
y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre
la deuda de Adán
y, derramando su sangre,
canceló el recibo del antiguo pecado.
Porque éstas son las fiestas de Pascua,
en las que se inmola el verdadero Cordero,
cuya sangre consagra
las puertas de los fieles.
Esta es la noche en que sacaste de Egipto
a los israelitas, nuestros padres,
y los hiciste pasar
a pie por el mar Rojo.
Ésta es la noche
en que la columna de fuego
esclareció las tinieblas del pecado.
Ésta es la noche / en que, por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo
son arrancados de los vicios del mundo / y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia / y son agregados a los santos.
Ésta es la noche / en que, rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?
¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
¡Para rescatar al esclavo,
entregaste al Hijo!
Necesario fue el pecado de Adán,
que ha sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!
¡Qué noche tan dichosa!
Sólo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó de entre los muertos.
Ésta es la noche / de la que estaba escrito:
«Será la noche clara como el día,
la noche iluminada por mí gozo.»
Y así, esta noche santa / ahuyenta los pecados,
lava las culpas, / devuelve la inocencia a los caídos,
la alegría a los tristes, / expulsa el odio,
trae la concordia, / doblega a los poderosos.
En esta noche de gracia, acepta, Padre santo,
este sacrificio vespertino de alabanza
que la santa Iglesia te ofrece por medio de sus ministros
en la solemne ofrenda de este cirio, hecho con cera de abejas.
Sabernos ya lo que anuncia esta columna de fuego,
ardiendo en llama viva para gloria de Dios.
Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla,
porque se alimenta de esta cera fundida,
que elaboró la abeja fecunda / para hacer esta lámpara preciosa.
¡Que noche tan dichosa
en que se une el cielo con la tierra,
lo humano y lo divino!
Te rogarnos, Señor, que este cirio, consagrado a tu nombre,
arda sin apagarse / para destruir la oscuridad de esta noche,
y, como ofrenda agradable, se asocie a las lumbreras del cielo.
Que el lucero matinal / lo encuentre ardiendo,
ese lucero que no conoce ocaso / y es Cristo, tu Hijo resucitado,
que, al salir del sepulcro, / brilla sereno para el linaje humano,
y vive y reina glorioso / por los siglos de los siglos.
R: Amén.
ELEVACION DEL CIRIO PASCUAL
Terminado el Pregón, el Sacerdote realiza las tres elevaciones del Cirio, y se van prendiendo las velas de los fieles que se encuentren en el exterior del templo.
Primera elevación del Cirio, se canta:
Sacerdote: LUZ DE CRISTO
Coro: Demos gracias a Dios
Desde el Cirio se empiezan a encender las velas de los fieles ubicados frente al cirio.
Segunda elevación del Cirio, se canta:
Sacerdote: LUZ DE CRISTO
Coro: Demos gracias a Dios
Desde el Cirio se empiezan a encender las velas de los fieles ubicados frente al cirio.
Tercera elevación del Cirio, se canta:
Sacerdote: LUZ DE CRISTO
Coro: Demos gracias a Dios
Desde el Cirio se empiezan a encender las velas de los fieles ubicados en el otro costado
Coro: Esta es la Luz de Cristo
Yo la haré brillar.
Brillará, brillará
Ahora, habiéndose encendido el Cirio Pascual, se ingresará en procesión hacia el templo. Por motivos de seguridad, se les pide no ingresar con velas encendidas, las que serán prendidas al finalizar la celebración en el exterior. Recomendamos a todos usar una vela digital o electrónica (app en sus teléfonos) si lo desean.
PROCESIÓN
Coro:
La luz de Jesús ha llegado al mundo.
PADRE DICE: LUZ DE CRISTO : DEMOS GRACIAS A DIOS.
Está la luz de Cristo, yo la haré brillar
Brillará, brillará sin cesar.
Amén, amén, amén, amén, amén.
LITURGIA DE LA PALABRA
CELEBRANTE: Hermanos:
Después de haber iniciado con solemnidad esta Vigilia, escuchemos serenamente la Palabra de Dios; meditemos como, al cumplirse el tiempo, Dios salvó a su pueblo y finalmente envió a su Hijo para redimirnos.
Oremos para que Dios lleve a su plenitud la redención obrada por el misterio pascual.
Primera lectura, Lectura del libro del Génesis.
Al principio, cuando Dios creó todas las cosas dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo.» Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, y los creó varón y mujer. Y los bendijo diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo, y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra.» Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan fruto con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas las fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde.» Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vió que era muy bueno.
Palabra de Dios.
Coro: Salmo.- Antífona: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz.
Antífona: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás!
El océano la cubría como un manto, las aguas tapaban las montañas.
Antífona: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas. Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas.
Antífona: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Desde lo alto riegas las montañas, y la tierra se sacia con el fruto de tus obras. Haces brotar la hierba para el ganado y las plantas que el hombre cultiva.
Antífona: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas! ¡Bendice al Señor, alma mía!
Antífona: Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Oremos
Dios todopoderoso y eterno, tú eres admirable en todas tus obras; te pedimos que quienes hemos sido redimidos por ti, comprendamos que la creación del mundo, en el comienzo de los siglos, no es obra de mayor grandeza que el sacrificio pascual de Cristo, realizado en la plenitud de los tiempos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Segunda lectura: Lectura del libro del Éxodo.
El Señor dijo a Moisés: «Ordena a los israelitas que reanuden la marcha. Y tú, con el bastón en alto, extiende tu mano sobre el mar y divídelo en dos, para que puedan cruzarlo a pie. Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, y ellos entrarán en el mar detrás de los israelitas. Así me cubriré de gloria a expensas del Faraón y de su ejército, de sus carros y de sus guerreros. Los egipcios sabrán que soy el Señor, cuando yo me cubra de gloria a expensas del Faraón, de sus carros y de sus guerreros». El Ángel de Dios, que avanzaba al frente del campamento de Israel, retrocedió hasta colocarse detrás de ellos; y la columna de nube se desplazó también de adelante hacia atrás, interponiéndose entre el campamento egipcio y el de Israel. La nube era tenebrosa para unos, mientras que para los otros iluminaba la noche, de manera que en toda la noche no pudieron acercarse los unos a los otros. Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo retroceder el mar con un fuerte viento del este, que sopló toda la noche y transformó el mar en tierra seca. Las aguas se abrieron, y los israelitas entraron a pie en el cauce del mar, mientras las aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda. Los egipcios los persiguieron, y toda la caballería del Faraón, sus carros y sus guerreros, entraron detrás de ellos en medio del mar. Cuando estaba por despuntar el alba, el Señor observó las tropas egipcias desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos. Además, frenó las ruedas de sus carros de guerra, haciendo que avanzaran con dificultad. Los egipcios exclamaron: «Huyamos de Israel, porque el Señor combate en favor de ellos contra Egipto». El Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se vuelvan contra los egipcios, sus carros y sus guerreros». Moisés extendió su mano sobre el mar y, al amanecer, el mar volvió a su cauce. Los egipcios ya habían emprendido la huida, pero se encontraron con las aguas, y el Señor los hundió en el mar. Las aguas envolvieron totalmente a los carros y a los guerreros de todo el ejército del Faraón que habían entrado en medio del mar para perseguir a los israelitas. Ni uno solo se salvó. Los israelitas, en cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras las aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda. Aquel día, el Señor salvó a Israel de las manos de los egipcios. Israel vio los cadáveres de los egipcios que yacían a la orilla del mar, y fue testigo de la hazaña que el Señor realizó contra Egipto. El pueblo temió al Señor, y creyó en él y en Moisés, su servidor.
Palabra de Dios.
CORO Salmo.- Antífona Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.
Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria:
Él hundió en el mar los caballos y los carros.
El Señor es mi fuerza y mi protección, Él me salvó.
Él es mi Dios y yo lo glorifico,
es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza.
Antífona Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.
El Señor es un guerrero, su nombre es «Señor».
Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército,
lo mejor de sus soldados se hundió en el Mar Rojo.
Antífona Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.
El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en
lo profundo del mar.
Tu mano, Señor, resplandece por su fuerza,
tu mano, Señor, aniquila al enemigo.
Antífona Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.
Tú llevas a tu pueblo,
y lo plantas en la montaña de tu herencia,
en el lugar que preparaste para tu morada,
en el Santuario, Señor, que fundaron tus manos.
¡El Señor reina eternamente!
Antífona Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria.
Oremos
Dios nuestro, cuyas maravillas vemos brillar también en nuestros días, porque lo que hiciste en favor de tu pueblo elegido librándolo de la persecución del Faraón, lo realizas por medio del agua del bautismo para la salvación de las naciones; te pedimos que todos los hombres del mundo se conviertan en verdaderos hijos de Abraham y se muestren dignos de la promesa de Israel. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Tercera lectura: Lectura de la profecía de Ezequiel.
La palabra de el Señor me llegó en estos términos:
“Hijo de hombre, cuando el pueblo de Israel habitaba en su propio suelo, lo contaminó con su conducta y sus acciones. Entonces derramé mi furor sobre ellos, por la sangre que habían derramado sobre el país y por los ídolos con que lo habían contaminado. Los dispersé entre las naciones y ellos se diseminaron por los países. Los juzgué según su conducta y sus acciones. Y al llegar a las naciones adonde habían ido, profanaron mi santo Nombre, haciendo que se dijera de ellos: “Son el pueblo de elSeñor, pero han tenido que salir de su país”. Entonces yo tuve compasión de mi santo Nombre, que el pueblo de Israel profanaba entre las naciones adonde había ido.
Por eso, di al pueblo de Israel: “Así habla el Señor: Yo no obro por consideración a ustedes, casa de Israel, sino por el honor de mi santo Nombre, que ustedes han profanado entre las naciones adonde han ido. Yo santificaré mi gran Nombre, profanado entre las naciones, profanado por ustedes. Y las naciones sabrán que Yo soy el Señor -oráculo del Señor- cuando manifieste mi santidad a la vista de ellas, por medio de ustedes.
Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los llevaré a su propio suelo. Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos.
Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.
Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes. Ustedes habitarán en la tierra que Yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y Yo seré su Dios”.
Palabra de Dios.
Coro: Salmo Antífona: Mi alma tiene sed de Dios
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente:
¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?
Antífona: Mi alma tiene sed de Dios
¡Cómo iba en medio de la multitud y la guiaba hacia la Casa de Dios, entre cantos de alegría y alabanza, en el júbilo de la fiesta!
Antífona: Mi alma tiene sed de Dios
Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas.
Antífona: Mi alma tiene sed de Dios
Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida;
y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío.
Antífona: Mi alma tiene sed de Dios
Oremos.
Dios de poder inmutable, cuyo resplandor no conoce el ocaso, mira con bondad a tu Iglesia, signo de tu presencia entre nosotros; prosigue serenamente la obra de la salvación humana según tu proyecto eterno, y haz que todos los hombres experimenten y vean cómo lo abatido por el pecado se restablece, lo viejo se renueva, y la creación se restaura plenamente por Cristo, de quien todo procede. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
CELEBRANTE:
¡GLORIA A DIOS EN EL CIELO!
Al despuntar este nuevo día, solemnidad de la pascua, cantemos, el himno de alabanza y nuestra súplica
Campanas del templo e interiores. Se ilumina el templo
CORO: Gloria Litúrgico.
Gloria a Dios en el cielo
Y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor
Por tu inmensa gloria te alabamos
Te bendecimos te adoramos
Te glorificamos te damos gracias
Señor Dios rey celestial
Dios Padre todo poderoso
Señor hijo único Jesucristo
Señor Dios cordero de Dios
Hijo del Paaaaaaaadre
Tu que quitas el pecado del mundo
ten piedad de nosotros
Tu que quitas el pecado del mundo
Atiende nuestra suplica
Tu que estas sentado a la derecha del Padre
Ten piedad de nosotros
Porque solo tu eres santo
Solo tu Señor Solo tu altísimo Jesucristo
Con el espíritu Santo
En la Gloria de Dios Padre
Amen Aaa me
CELEBRANTE:
Oremos
Oh Dios que iluminas esta noche santa con la gloria de la Resurreccion del Señor, reaviva en tu iglesia el espíritu filial, para que, renovados en cuerpo y alma, nos entreguemos plenamente a tu servicio. Por nuestro señor Jesucristo.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: ¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con Él en la muerte, para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva. Porque si nos hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya, también nos identificaremos con él en la resurrección. Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con Él, para que fuera destruido este cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado. Porque el que está muerto, no debe nada al pecado. Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él. Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre Él. Al morir, Él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Los invitamos a cantar el aleluya de pie.
CORO: Salmo.- Antífona: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia! Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterna su misericordia!
Antífona: Aleluya, aleluya, aleluya.
La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas. No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor.
Antífona: Aleluya, aleluya, aleluya.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos.
Antífona: Aleluya, aleluya, aleluya.
EVANGELIO
Coro: Aleluya Gregoriano
/: Aleluya, aleluya, aleluya :/
Todos los ángeles alcen su voz,
alaben juntos al liberador.
Cristo Jesús resucitó, aleluya.
/: Aleluya, aleluya, aleluya :/
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron al sepulcro.
Y decían entre ellas: “¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?” Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra muy grande.
Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas, pero él les dijo: “No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que Él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como Él se lo había dicho”.
Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
Palabra del Señor.
Coro: Gloria y honor Fones
Esta es la Palabra de Dios.
Gloria y honor a ti Señor Jesús.(2)
HOMILÍA
LITURGIA BAUTISMAL
Nosotros fuimos un día bautizados. Hoy es el día indicado para recordarlo y para renovar las promesas de nuestro bautismo.
CELEBRANTE:
Invocación ante la Fuente Bautismal: Invoquemos, queridos hermanos, a Dios todopoderoso, y pidámosle que con su poder santifique esta agua, para que cuantos en ella renazcan por el bautismo sean incorporados a Cristo y contados entre los hijos de adopción.
GUIA: La liturgia bautismal tiene como preludio el canto de la letanía de los santos. Imploremos la intercesión de la comunidad de los santos, para que un día merezcamos compartir, en su compañía, la vida eterna y cantar las alabanzas del Señor.
Les invito a acompañar a nuestro pastor con su canto.
LETANIAS
CELEBRANTE: CORO + asamblea
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros Señor, ten piedad de nosotros
Santa María, Madre de Dios, Ruega por nosotros
San Miguel, Ruega por nosotros
Santos Ángeles de Dios Rueguen por nosotros
San Juan Bautista, Ruega por nosotros
San José, Ruega por nosotros
San Pedro y San Pablo, Rueguen por nosotros
San Andrés, Ruega por nosotros
San Juan Ruega por nosotros
Santa María Magdalena, Ruega por nosotros
San Esteban, Ruega por nosotros
San Ignacio de Antioquía, Ruega por nosotros
San Lorenzo Ruega por nosotros
Santas Perpetua y Felícitas, Rueguen por nosotros
Santa Inés Ruega por nosotros
San Gregorio Ruega por nosotros
San Agustín Ruega por nosotros
San Atanasio Ruega por nosotros
San Basilio Ruega por nosotros
San Martín Ruega por nosotros
San Benito, Ruega por nosotros
San Francisco y Domingo, Rueguen por nosotros
San Francisco Javier, Ruega por nosotros
San Juan María Vianey Ruega por nosotros
Santa Catalina de Siena Ruega por nosotros
Santa Teresa de Jesús, Ruega por nosotros
San Alberto Hurtado, Ruega por nosotros
Beata Laura Vicuña Ruega por nosotros
Todos los santos y santas de Dios Rueguen por nosotros
Por tú bondad; líbranos, Señor
De todo mal. líbranos, Señor
De todo pecado. líbranos, Señor]
De la muerte eterna. líbranos, Señor
Por tu encarnación. líbranos, Señor
Por tu muerte y resurrección. líbranos, Señor
Por el don del Espíritu Santo. líbranos, Señor
Nosotros, que somos pecadores, te pedimos: Escúchanos, Señor
Para que santifiques esta agua por la que renacerán tus hijos: Escúchanos, Señor
Jesús, Hijo de Dios vivo. escúchanos, Señor
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Bendición del Agua Bautismal
CELEBRANTE:
Queridos hermanos: Invoquemos con humildad a nuestro Dios y Señor para que bendiga esta agua con la cual seremos rociados en recuerdo de nuestro bautismo. Que él nos renueve a fin de permanecer fieles al Espíritu Santo que hemos recibido.
Señor y Padre nuestro, en esta noche en que celebramos la maravilla de nuestra creación y la maravilla más grande aún de nuestra redención, dígnate bendecir + esta agua. Tú la has creado para dar a la tierra su fecundidad y para dar a nuestro cuerpo frescura y limpieza. Tú has hecho de ella también el instrumento de tu misericordia; por ella has libertado a tu pueblo de la esclavitud y has apagado su sed en el desierto; por ella los profetas han anunciado la nueva alianza que tu querías sellar con todos los hombres; por ella que Jesús santificó en el Jordán, tú has renovado nuestra naturaleza pecadora en el baño del nuevo nacimiento. Que esta agua, una vez más nos haga revivir y nos haga participar de la alegría de nuestros hermanos que han sido bautizados en esta Pascua. Por Jesucristo nuestro Señor
Amén.
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES
CELEBRANTE:
Hermanos: por el Misterio Pascual hemos sido sepultados con Cristo en el bautismo, para que vivamos una vida nueva. Por tanto, terminado el ejercicio de la cuaresma, renovemos las promesas del santo bautismo, con las que en otro tiempo renunciamos a Satanás y a sus obras, y prometimos servir fielmente a Dios en la Santa Iglesia Católica.
Así pues:
- ¿renuncian a Satanás, esto es: al pecado, como negación de Dios; al mal, como signo del pecado en el mundo; al error, como ofuscación de la verdad; a la violencia, como contraria a la caridad; al egoismo, como falta de testimonio del amor?
R/ Sí, renuncio
- ¿renuncian a sus obras que son: vuestras envidias y odios; vuestras perezas e indiferencias; vuestras cobardías y desconfianzas; vuestras injusticias y favoritismos; vuestros materialismos y sensualidades; vuestras faltas de fe, de esperanza y de caridad?
- R/ Sí, renuncio
- ¿renuncian a todas sus seducciones, como pueden ser; el creerse los mejores; el verse superiores; el estar muy seguros de si mismos; el creer que ya estan convertidos del todo; el quedarse en las cosas, medios, instituciones, métodos, reglamentos, y no ir a Dios?
- R/ Sí, renuncio
- ¿creen en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?
- R/ Sí, creo
- ¿creen en Jesucristo, su único hijo nuestro señor que nació de Santa María Virgen, que murió, que fue sepultado, que resucitó de entre los muertos y que está sentado a la derecha del Padre?
R/ Sí, creo
¿creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
R/ Sí, creo
Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró por el agua y el Espíritu Santo y que nos concedió la remisión de los pecados, nos guarde en la gracia, en el mismo Jesucristo, nuestro Señor, para la vida eterna.
ASPERSIÓN SOBRE LA ASAMBLEA
El agua que vamos a recibir nos recuerda nuestro bautismo. Y recordemos que este sacramento nos hace hijos de Dios, miembros de la Iglesia y testigos de la fe. Considerémonos esta noche como si fuéramos bautizados de nuevo.
Coro: Fruto nuevo de tu cielo (Sopla)
Sopla Señor, te lo pido,
quédate esta noche en mi alma
pues solo tu amor y abrigo
me darán consuelo y calma...
sopla Señor, sopla fuerte,
envolveme con tu brisa,
y en tu Espíritu renovame,
hazme libre en tu sonrisa.
A pesar de mis caídas
hazme fiel a tus promesas,
sopla Señor en mi vida,
y arrancame ésta tristeza...
Sopla, sopla Señor tu grandeza,
sopla, hazme fiel en mi pobreza, sopla.
Sopla Señor en mi oído,
sopla fuerte, arranca el miedo,
pues sin ti me hallo perdido,
sin tu luz me encuentro ciego.
Sopla Señor, haz de viento
Y bautizame en tu Nombre,
llamame a servir, Maestro,
hazme fiel entre los hombres.
Toma mi vida en tus manos,
mis sueños, mi amor, mi todo,
mi cansancio, mis pecados,
y moldeame a tu modo.
Sopla y bautizame en tu brisa, sopla,
renovame en tu sonrisa, sopla.
Sopla Señor tu caricia
Por sobre mis sentimientos,
que sea el ángel de tu Misa
quien obre en todo momento.
Sopla Señor y hazte canto,
pon tu Palabra en mis manos,
en ellas tu Providencia
y bendice a mis hermanos.
Quiero ser de tu árbol rama,
fruto nuevo de tu cielo
que madure en tu Palabra
como un ave a pleno vuelo.
Sopla, sopla Señor tu grandeza,
sopla, hazme fiel en mi pobreza, sopla.
Y bautizame en tu brisa, sopla,
Renovame en tu sonrisa, sopla.
ORACIÓN UNIVERSAL
CELEBRANTE: A ti Señor, dirigimos nuestras súplicas:
Lector Oración Universal:
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha vencido la muerte y ha destruido el pecado, pidámosle que estas fiestas pascuales, celebradas en la fe, sean gozo para toda la santa Iglesia.
Roguemos al Señor
A Cristo, que anunció la alegría a las mujeres, y por medio de las mujeres a los apóstoles, y por medio de los apóstoles al mundo entero, pidámosle por el papa Francisco, por nuestro cardenal arzobispo Fernando Chomalí, por todos los obispos y demás ministros de la Iglesia.
Roguemos al señor
A Cristo, resucitado, que ha dado al mundo la vida verdadera y ha renovado toda la creación, pidámosle por los que viven sin esperanza y especialmente hoy, para que la paz, se extienda a todas las naciones.
Roguemos al Señor
A Cristo, quien resucitando ha abierto las puertas de su reino a los que sufren, pobres, enfermos y personas que se sienten solas, para que los bendiga y auxilie.
Roguemos al Señor
Por todos nosotros y cuantos celebramos la Pascua de Cristo en la comunidad parroquial San Alberto Hurtado, para que revivamos nuestra fe, nuestra esperanza y la caridad fraterna.
Roguemos al Señor
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO:
Juntos nos acercamos a esta mesa para ofrecer,
todo lo que tenemos que es para Ti.
Es nuestra vida, nuestra esperanza,
nuestro dolor y amor,
deja que nuestras manos lleguen a Ti.
El pan que es tierra, fruto y trabajo
tu cuerpo ya será,
dánoslo y nuestra vida renacerá,
el vino convertido en tu sangre dánoslo a beber
y se hará fecundo nuestro dolor.
Como el pan y el vino
que se transforman en este altar,
transforma nuestras vidas y nuestro hogar.
Coro: Canto del Santo genrosso
Santo, santo, santo,
el señor dios del universo,
el cielo y la tierra
están llenos de tu gloria.
hosanna, hosanna,
hosanna en lo alto del cielo. (bis).
Bendito el que viene
en el nombre del señor,
hosanna, hosanna,
hosanna en lo alto del cielo. (bis)
Hosanna, Hosanna
Hosanna en lo alto del cie e lo.
Coro: CORDERO DE DIOS
Cordero de Dios, cordero de Dios,
Tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros. (bis)
Cordero de Dios, cordero de Dios,
Tú que quitas el pecado del mundo,
danos la paz.
Coro: COMUNIÓN: Hoy el Señor Resucito
HOY EL SEÑOR, RESUCITÓ,
Y DE LA MUERTE NOS SALVÓ.
ALEGRÍA Y PAZ, HERMANOS,
QUE EL SEÑOR RESUCITÓ.
Porque esperó, Dios le libró,
y de la muerte lo sacó. Alegría…
El pueblo en Él, vida encontró,
la esclavitud ya terminó. Alegría…
La luz de Dios, en Él brilló,
la nueva vida nos llenó. Alegría…
Con gozo alzad, el rostro a Dios,
que de Él nos llega salvación. Alegría…
Todos cantad: Aleluya,
todos gritad: Aleluya. Alegría -
Coro: MEDITACIÓN: Estás dentro de Mí.
No necesito alas para volar hasta Ti
No necesito fuego para sentir tu calor
No necesito dormir para poderte soñar
No necesito hablar para que escuches mi voz.
Estás dentro de mi tú eres ese gozo del alma
el agua de mi jardín que limpia todas mis fuentes.
Todos mis nombres, porque soy hombre
Porque soy pobre, porque eres Padre.
GUIA: Una vez que finalicemos nuestra celebración después del canto final, 4 acólitos estarán afuera del Templo con velas prendidas del Cirio que hoy hemos bendecido, para que podamos encender físicamente nuestras velas.
DIACONO:
Pueden ir en paz, aleluya, aleluya.
R./ Todos: Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
Coro: Cristo, el Señor, resucitó.
La Iglesia canta de alegría,
los pobres saltan de contentos.
Encuentran paz los perseguidos;
consuelo y perdón los pecadores.
//:Cristo, el Señor, resucitó;
su amor fue más fuerte que la muerte://
Se alegran por fin los olvidados,
se ponen de pie los humillados;
los pobres se sientan a la mesa,
encuentran lugar los postergados.
//:Cristo, el Señor, resucitó;
su amor fue más fuerte que la muerte://