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Una fe que une el Cielo y la tierra

Contemplamos la santidad y recordamos a quienes han partido

El pasado 1 de noviembre celebramos la solemnidad de Todos los Santos con un gesto especial, fruto de una iniciativa del Padre Pedro. En nuestro templo fueron dispuestas 25 figuras de santos: algunos chilenos y otros elegidos entre los nombres más comunes con que las familias chilenas han nombrado a sus hijos.

Estas pequeñas hojas, ubicadas bajo las imágenes del Via Crucis, nos contaban sobre su vida, recordándonos cómo ellos decidieron seguir el camino cristiano en plenitud, tomar sus propias cruces y seguir a nuestro Señor, incluso hasta dar la vida.

En tanto, el 2 de noviembre, reunidos en la Santa Misa, oramos por aquellos familiares, amigos y bienhechores que han partido. Muchas veces dejan tristeza en nuestros corazones, pero con la esperanza de la resurrección sabemos que ellos siguen necesitando de nuestra ayuda, mediante la oración, para alcanzar el Cielo y la santidad.

En este día de la Conmemoración de los Fieles Difuntos, tras la Misa, el Padre Pedro se dirigió al atrio del templo, lugar en que procedió a quemar las hojas con los nombres de nuestros difuntos como signo de nueva vida.

Que las llamas del Corazón de Jesús nos purifiquen y podamos todos alcanzar la santidad.