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"Ser santo y ayudar a los demás a ser santos"

Conociendo a nuestros catequistas

En esa frase, Tomás Alcalde, catequista de nuestra parroquia, resume muy bien la motivación que se ha de tener para llevar adelante esta importante tarea.

Un catequista, tiene una responsabilidad no menor, es un engranaje vital en el proceso de la transmisión de la fe. Por lo mismo, prontos a celebrar su día este 20 de mayo, te queremos invitar a conocer las motivaciones que tienen nuestros catequistas, para desempeñar esta labor catequética en nuestra parroquia.

Marilú del Campo y su esposo Jorge Larrañaga, de la catequesis bautismal, nos expresan lo significativo que es poder colaborar desde su propia realidad, con su pequeñez y sus medios, en algo tan grande como es llevar el mensaje de Jesucristo al hermano, "hacer lo que Él mismo nos pidió, ser sus discípulos y evangelizar". Recibiendo "a las familias que están incorporando a sus hijos a la Iglesia, a través de este Sacramento (bautismo)".

Y agregan lo importante de saber decir que sí. "Cuando el Señor te llama, hay que oírlo y seguirlo, confiando siempre en el camino por el que te lleva".

El matrimonio compuesto por Gonzalo Sanhueza y Keryma Felmer, está encargado de la Pastoral de Catequesis de adultos. Ellos nos recuerdan que "solo se puede amar a quien se conoce. Conocer más a Cristo y la Iglesia, nos ayuda a quererlos, a querer ser parte del proyecto divino".

He ahí donde radica precisamente su motivación, por medio de su trabajo "ayudar a otros a impregnarse de Dios a través de los sacramentos, sabiendo que la gracia que se recibe a través de ellos nos ayuda a vivir 'a la manera de Cristo'. Queremos que sean muchos los que reciban este 'empujoncito' que nos da el Espíritu Santo, para ser cada vez más y mejores testigos y testimonios de la presencia de Dios entre nosotros".

Una misión que comparte a pleno Tomás Alcalde, de la catequesis de jóvenes, es que "ser católico significa querer imitar a Cristo, configurar el corazón con el de Cristo. En el corazón de Jesús entran todos: entregó hasta la última gota de su preciosa sangre por cada uno de nosotros". Por lo que él comprende que estamos llamados a amar a todos, "¿y qué mejor forma de amar, que dar a conocer a Cristo? Es lo más preciado que tenemos, el tesoro en el campo, la perla preciosa".

Valoremos la labor de todos los jóvenes y matrimonios que sirven como catequistas en la parroquia, y acompañémoslos en esta misión con nuestra oración, para que el Espíritu Santo los ilumine en la transmisión de los tesoros de la fe católica.

¡Feliz día del catequista!