¡Gracias, Señor, por estos ocho años de vida parroquial!

El domingo 17 de agosto, un motivo especial nos congregó: celebrar un nuevo año de vida parroquial. En un ambiente fraterno, elevamos nuestra oración de acción de gracias a Dios por permitirnos, en su providencia, contar con este regalo del cielo que ha significado la presencia de nuestra parroquia en este sector de la Arquidiócesis, que reúne a tantos fieles deseosos de ese encuentro con el Dios Vivo.

Uno de los momentos más significativos se vivió tras la Misa del mediodía, cuando compartimos en comunidad un momento fraterno que reflejó el espíritu que se ha ido formando y consolidando durante estos ocho años de vida parroquial, y desde antes, cuando muchos ya trabajaban por este sueño que hoy es una realidad.

Un compartir en el atrio del templo, que se vio engalanado por la presencia de la emblemática camioneta verde del Padre Hurtado, que fue protagonista tantas veces de esa fe con obras que él predicó.

¡Que el Señor siga bendiciendo nuestra parroquia y a cada uno de sus miembros!