En verano, la parroquia sigue funcionando

Como comunidad, debemos seguir fortaleciendo nuestra parroquia para que sea un lugar donde todos puedan encontrar a Dios, alimentarse con su Palabra y vivir plenamente la fe.

Para esto, es fundamental cumplir el quinto mandamiento de la Santa Madre Iglesia: Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

Colaboremos en solventar las necesidades materiales que presenta nuestra parroquia porque al igual que nuestras casas, esta funciona durante todo el año, incluido los meses de enero y febrero.

Siempre hay diversos gastos de mantención que cubrir, tales como la electricidad o el servicio de agua potable. A esto, se suman los costos asociados a la celebración de los Sacramentos o las tareas pastorales, sin olvidar que lo recaudado en la colecta nos permite también pagar el justo salario a cada trabajador de la parroquia (administrador, secretarias, sacristanes, auxiliares, etc.)

Te invitamos a asumir este compromiso por medio de la COLECTA DOMINICAL, en cada Misa o bien a la distancia, por medio de un aporte online.